LAS PLANTAS TAMBIÉN REACCIONAN AL SER ATACADAS Y USAN UNA ESPECIE DE SISTEMA NERVIOSO
LAS PLANTAS TAMBIÉN
REACCIONAN AL SER ATACADAS Y USAN UNA ESPECIE DE SISTEMA NERVIOSO
La
ciencia recién está empezando a comprender las formas sutiles pero intrincadas
en que las plantas, a pesar de no contar con ojos, manos, músculos o cerebro,
pueden comunicarse y procesar información sobre el mundo que les rodea.
Una
nueva investigación, realizada por científicos de la Universidad Wake Forest en
Estados Unidos, ha revelado mecanismos similares al sistema nervioso dentro de
las plantas, que podrían ser hasta ahora, la mirada más deslumbrante al mundo
comunicativo de la escenografía botánica.
Un
sorprendente sistema de señalización
De acuerdo al estudio, las plantas usan las mismas
moléculas de señalización utilizadas por los animales en su sistema nervioso.
Los investigadores explican que, si bien nuestros amigos vegetales no tienen
nervios exactamente, ciertamente tienen algo sorprendentemente similar.
En los animales, las células nerviosas se comunican
entre sí con la ayuda de un aminoácido llamado glutamato, que, después de ser
liberado por una célula nerviosa excitada, ayuda a generar una ola de iones de
calcio cargados eléctricamente que se propagan a las células adyacentes.
Para revelar el funcionamiento secreto del sistema
de comunicación de amenazas de una planta, los investigadores recurrieron al
uso de proteínas fluorescentes para marcar y observar las señales, a medida que
viajan en ondas a través de las plantas en respuesta a un factor estresante.
Visualizando
la acción
Para que esta acción fuera visible, los
investigadores diseñaron plantas de Arabidopsis, las llamadas ratas de
laboratorio de botánica, para hacer que una proteína fluorescente se iluminara
en verde brillante en respuesta al aumento de los niveles de calcio.
Los autores expusieron a las plantas a dos factores
estresantes: la acción de gusanos y el corte de una parte de la planta (hoja o
tallo).
Fue entonces cuando se pudo evidenciar el
sorprendente mecanismo. Los mensajes comienzan en el punto de ataque, donde el
glutamato inicia la ola de calcio que se propaga a través de las venas de la
planta.
Este diluvio de calcio activa las hormonas del
estrés y generan cambios genéticos que abren los arsenales de las plantas y
preparan la planta para protegerse de los atacantes.
Esto le dice a la planta que monte sus defensas,
como el incremento de componentes químicos nocivos que harán que la planta sea
desagradable para los insectos; por ejemplo, la liberación de sustancias
volátiles malolientes o extractos que endurecen las paredes de las células de
la planta, lo que las hace menos agradables y más difíciles de comer.
Parece
lento, pero no lo es
Uno de los aspectos que más sorprendió a los
investigadores fue la velocidad de reacción de la planta, la cual transfirió la
información de una hoja a otra en un par de minutos, a una tasa de equivalente
a un milímetro por segundo.
Esto es mucho más lento que las señales nerviosas
de los animales, que pueden viajar hasta 120 metros por segundo (428 kilómetros
por hora), pero los investigadores explican que para las plantas esta es una
comunicación súper rápida.
Esta investigación reúne varias piezas para
resolver el rompecabezas de cómo se comunican las células de las plantas: la
herida derrama glutamato, que es absorbido por receptores que activan la
propagación de iones de calcio, que a su vez enciende el sistema de defensa de
la planta para tratar de proteger contra el daño adicional.
Los autores del estudio manifiestan que este podría
ser oficialmente el momento de replantear nuestras ideas sobre las plantas como
organismos inmóviles, no comprometidos y no comunicativos.
Referencia: Nervous system-like signaling in
plant defense. Science, 2018. https://doi.org/10.1126/science.aau9813
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